Hoy prometo que voy a dejarme estar: si necesito llorar, lloraré; si necesito reír, reiré.
Hoy prometo que no dejaré que los demás me falten al respeto.
Hoy prometo que al menos, en algún momento del día, elegiré lo que yo quiero y no lo que quieren los demás.
Hoy prometo que cambiaré el “¿cómo hubiera sido si…?” por un “lo hice lo mejor que supe en ese momento”.
Hoy prometo poner más fuerzas en intentar aceptar lo que fue o lo que no fue.
Hoy prometo decir lo que pienso.
Hoy prometo decir NO, aunque me cueste.
Hoy prometo (al menos hoy) aceptarme tal y como soy.
Hoy prometo no volcarme en agradar a los demás.
Hoy prometo hacerme responsable de mi comportamiento.
Hoy prometo dejarme sentir y liberar mis emociones. Yo no controlo lo que siento o dejo de sentir.
Hoy prometo sólo ser y no buscar algo que no soy.
Hoy prometo no esperar nada de esa persona.
Hoy prometo que si doy, lo hago porque me apetece, sin esperar nada a cambio.
Hoy prometo alejar de mí a esas personas que chupan mi energía.
Hoy prometo caminar con la cabeza bien alto.
Hoy prometo entregarme a las personas que me quieren.
Hoy prometo olvidarme un poquito más de las personas que no me merecen.
Hoy prometo enfrentarme a alguno de mis miedos, así los iré haciendo pequeñitos.
Hoy prometo dedicarme un momento en el día para divertirme, para reírme o para bailar y saltar.
Hoy prometo no entregarme en cuerpo y alma a esa persona que no lo merece.
Hoy prometo no dar en exceso.
Hoy prometo esforzarme más en conocer a esa persona que me cae bien.
Hoy prometo no adelantar lo que puede pasar y ver qué es lo que está pasando.
Hoy prometo no preocuparme por lo que hacen o dejan de hacer y centrarme en lo que yo hago o dejo de hacer.
Hoy prometo no tomármelo a lo personal.
Hoy prometo SER LA PRIMERA OPCIÓN EN MI VIDA.
Y cada día, en que me prometo estas y otras cosas, lograré que sea mejor que el anterior. Siempre, más que ayer pero menos que mañana.
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