El sufrimiento es una señal de alarma, una luz roja en el tablero de tu vida. Una voz que te llama y te despierta para que tomes conciencia de ti mismo, de tu condición de caminante, de tu realidad de criatura.
Tus aflicciones y tus penas son señales a la vera del camino, que muchas veces te desafían para que rectifiques el rumbo y cambies de dirección.... ¡si quieres alcanzar la meta!
Yo he sido testigo muchas veces, de personas que vivieron con autenticidad y madurez humana desde el momento en que debieron de afrontar el dolor y la muerte.
El dolor y el sufrimiento son algunas veces en tu vida, los únicos guías que te conducen a la profundidad de tu interior, al encuentro contigo mismo, liberándote de la superficialidad y del vacío de una existencia hueca.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario