No es la altura, ni el peso, ni la belleza, ni un título o mucho menos el dinero lo que convierte a una persona en grande...
Es su honestidad, su decencia, su amabilidad y respeto por los sentimientos e intereses de los demás...
Cuando habla de frente y vive de acuerdo a lo que dice, cuando presta atención, cuando mira a los ojos y sonríe...
Una persona es grande cuando comprende, cuando se coloca en el lugar del otro, cuando obra no de acuerdo con lo que esperan de ella, sino de acuerdo con lo que espera de sí misma...
ALGUNAS PERSONAS TIENEN VALOR...
OTRAS TIENEN PRECIO... !!! Y esto lo aprendí en los actuales momentos que estoy viviendo la peor pesadilla que le puede ocurrir a una madre , pero por tí mi ángel que siempre te levantaste cuando te caias , por tu honestidad no permitirè que me desvíen del camino que me indico tu partida , te quiero y nunca te olvidaré LEYLA
sábado, 22 de diciembre de 2018
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