sábado, 20 de octubre de 2018

LLORA A TU HIJO AUNQUE PASEN LOS AÑOS















Al principio es fácil llorar, las lágrimas salen sin avisar, al principio nada consuela, ni esas lágrimas; con el paso de los días las lágrimas te dejan cansada, con un sentimiento de vacío y silencio, y los ojos hinchados como los de un sapo, y los días siguen pasando y pasando y las lágrimas saliendo y saliendo.

Espero que hayas tenido mi misma suerte y llorar cuando lo has necesitado, con marido, familia, amigos, trabajo… sin oír frases insulsas, simplemente el silencio acogedor de alguien que te quiere y deja que compartas con él lo más preciado que tienes en ese momento, tu dolor. Si no es así, puede que hayas tenido que llorar a solas, en silencio, si es así, gritá ¡es vuestro derecho! ¿no ama una madre a cada uno de sus hijos en la tierra? ¿como no va a llorar toda su vida al que le falta?

Y las semanas van pasando, y los meses, y seguimos llorándolo, pero esas lágrimas curan, consuelan, tu vives tu día a día y por lo que sea recuerdas lo vivido y vuelves a llorar, pero cuando se secan tus lágrimas te sientes bien, te invade la melancolía, es cierto, pero te gusta saber que su recuerdo sigue intacto, que tu eres la encargada de hacer que viva.

Cuando pasan los meses no es tan fácil llorar, pero la dificultad no viene de ti, viene del entorno, parece que todos creen que ha pasado tu tiempo, lo sano es olvidar, ¿olvidar? ni hablar, hacerles entender que llorar no significa que no estés bien, al contrario, estás tan bien que tienes la capacidad de expresar tus sentimientos libremente, de forma natural, así como cuentas las hazañas de tus hijos vivos, recuerdas sanamente al que habita las nubes.

Y los años pasan, has aceptado el dolor inmenso de la pérdida, has recompuesto tus pedazos y has creado una vida diferente a la que hubiese sido, mejor. Eres feliz y ríes abiertamente sin que te duela, pero eso no quita que hoy llores, su cumpleaños, una flor, el brillo en los ojos de tus hijos vivos, unas palabras escritas hace tiempo, algo suyo, un “mamá” en la boca de otro niño,…, vuelves a llorar, y te sientes bien.

Permítete llorar, llorar o lo que te pida el cuerpo, seguí hablando desde el corazón, yo lo voy a seguir haciendo aunque pasen los años, y cuando sea una viejita sin recuerdos, sé que éste va a ser el recuerdo que quede intacto en mi, para seguir amándole…

Con amor te seguiré llorando....

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