No en vano dicen que en esta vida todo tiene remedio menos la muerte. Cuando muere un ser que amamos, profundamente sentimos un dolor que nos traspasa el alma y nuestro corazón se rompe en incontables pedacitos de frustración al perder para siempre a aquella persona tan especial que acariciaba nuestro ser con su mirada.
COMO NOS GUSTARÍA DEVOLVER EL TIEMPO Y HACER TANTAS COSAS QUE PODRÍAN AMILANAR LA TRISTEZA Y PESAR QUE HAY EN NUESTRO CORAZÓN! Bellos Momentos. Pero nunca estamos preparados para vivir sin aquella persona que nos ha dejo tantas sonrisas, tanta sabiduría, tantas fortalezas, admirando sus luchas .
...Acaso la resignación borra la tristeza?...
Pero aunque no queramos, debemos empezar a reflexionar: la persona que nos ha dejado el gran vacío no quisiera que sufriéramos a causa de su partida... Porque hay algo que ni siquiera la muerte rompe: EL AMOR.
- Abraza tu dolor, Dios es el dueño de cada segundo de nuestras vidas, El te mostrara el camino a la sanación de tu alma, porque tu no eres un ser de años eres un ser de eternidades!
Amén
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