Leyla Rangel
11:33 a.m.
0 Comments
Tu paso por nuestras vidas fue una brisa suave. Fui afortunada de llevarte este tiempo en mis entrañas, sufrir contigo y por ti, pedirle a Dios por no tener que despedirme nunca. Amarte sin importarme como serías, acompañarte aún quizás sabiendo lo que me iba doler.
Ahora que ya no te siento cerca mí, ni puedo tomarte...